La cúpula de La Cámpora salió hoy a respaldar a Aníbal Fernández en la polémica desatada luego que un programa periodístico lo señalara como el "autor intelectual" del triple crimen de General Rodríguez y lo vinculasen con el tráfico de efedrina.

El diputado, Eduardo 'Wado' De Pedro, y el ministro de Economía, Axel Kicillof, salieron a bancar al jefe de Gabinete. A través de su cuenta oficial de Twitter, De Pedro remarcó que "a una semana de las primarias, ante un seguro triunfo del FPV, el monopolio vuelve a atacar a uno de nuestros dirigentes".

Por su parte, el ministro de Economía Axel Kicillof, afirmó que la denuncia presentada anoche parecía "un sketch malo de (el humorista Diego) Capussotto", durante una recorrida de campaña por el barrio de Villa del Parque, según informó Télam.

También vía Twitter, la diputada nacional Mayra Mendoza también se manifestó en Twitter sobre una “operación de Clarín contra Aníbal”.

Por su parte, la postura de José Ottavis se planteó a través de un comunicado de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires.

“Los integrantes del bloque de diputados del Frente para la Victoria de la Provincia de Buenos Aires expresamos nuestro más enérgico repudio ante los ataques recibidos por Aníbal Fernández”, dice parte del texto firmado por los diputados provinciales Horacio González, Ottavis y Fernando ‘Chino’ Navarro.

En tanto, también por las redes sociales, la decana de la Facultad de Periodismo de La Plata, Florencia Saintout, salió a respaldar al pre candidato y aseguro que “en la Argentina de la democracia consolidada no nos bancamos más al periodismo extorsivo de Clarín y Lanata. Bancamos a Aníbal Fernández”.

También se sumó a respaldar a Aníbal el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien inauguró su cuenta de Twitter para considerar a la denuncia contra el jefe de Ministros como "una burda operación destinada a perjudicar la campaña electoral" del jefe de Gabinete y recordó que "en cada elección hubo operaciones de este tipo, el más emblemático fue el llamado 'Caso Skanska'", que "arrancó como una burda y malintencionada operación mediática, donde la justicia finalmente no halló culpable a ninguno de los funcionarios nacionales 'acusados'”.